Hachikō era un perro de raza Akita nacido en noviembre de 1923.
El perro le saludaba cada día a su dueño, desde la puerta principal y le despedía al final del día en la cercana estación de Shibuya. Incluso tras la muerte de Ueno en mayo de 1925, Hachikō volvió cada día a la estación a esperarle, y lo hizo durante los diez años que transcurrieron hasta su propia muerte.
La devoción que Hachikō sentía hacia su amo fallecido conmovió a los que le rodeaban, que le apodaron el perro fiel. En abril de 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación de Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se presentó la estatua. La estatua fue reutilizada a causa de la Segunda Guerra Mundial, pero se erigió otra estatua en agosto de 1947, que aún permanece y es un lugar de encuentro extremadamente popular, tanto que en ocasiones la aglomeración de gente dificulta el encuentro.
La devoción que Hachikō sentía hacia su amo fallecido conmovió a los que le rodeaban, que le apodaron el perro fiel. En abril de 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación de Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se presentó la estatua. La estatua fue reutilizada a causa de la Segunda Guerra Mundial, pero se erigió otra estatua en agosto de 1947, que aún permanece y es un lugar de encuentro extremadamente popular, tanto que en ocasiones la aglomeración de gente dificulta el encuentro.
Ahora se ha convertido en uno de los lugares más visitados de la ciudad, siendo lugar de quedada entre los nippones.